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El “informante” del caso “Conexión Bogotá”, Baruch Vega, demanda al gobierno de Estados Unidos

Utilizando el sistema jurídico estadounidense, Baruch Vega intenta obligar al gobierno y los medios obedientes a que reconozcan la corrupción de la DEA en Colombia y su encubrimiento


Por Bill Conroy
Via la Narcoesfera

12 de octubre 2007

Una figura clave en el presuntamente descubierto caso de corrupción de las fuerzas de seguridad estadounidenses en Colombia, acabó de presentar una multimillonaria demanda que parece que dejará en una posición vergonzosa al gobierno de Estados Unidos, así como reveladora a aquellos que no creemos en la visión del Plan Colombia que tienen nuestros líderes.

En esta demanda – presentada a la Corte para Demandas Federales de Estados Unidos, con sede en Washington, D.C., – Baruch Vega sostiene que el gobierno de Estados Unidos le debe 28.5 millones de dólares en servicios que él prestó durante una operación que le facilitó atrapar a 114 de los narcotraficantes colombianos más buscados.

Según la demanda de Vega, presentada el 21 de Septiembre:

Más ó menos entre 1996 y 1997,[Vega] se convirtió en un informante confidencial registrado de los Estados Unidos, específicamente, de dos agencias de seguridad federales: el FBI (Oficina Federal de Investigación) y, más adelante, de la DEA (Agencia Antidrogas)… El señor Vega no era un informante tradicional y su metodología era todo menos parroquial. Además, diseñó una especie de plan/programa que resultó ser innovador y muy exitoso.

El señor Vega habría jugado, y de hecho lo hizo, el papel de intermediario (o agente financiero) con narcotraficantes colombianos, algunos de ellos desconocidos (y por lo tanto no identificados) por los organismos de seguridad estadounidenses; con otros identificados como “sospechosos” (ya sea por sus nombres reales o apodos), y con otros ya acusados por cargos de narcotráfico y/o lavado de dinero en varios distritos federales, a lo largo de Estados Unidos.

El plan de Vega, como se explicó en su demanda, implicaba lo que podría describirse como un elaborado ardid extorsionista, avalado por el gobierno de Estados Unidos. Vega, “poniéndose en grave peligro a sí mismo”, abordó a narcotraficantes colombianos y los convenció de “negociar su responsabilidad penal” con el gobierno estadounidense, en lugar de esperar a ser acusados, arrestados e investigados”, afirmó Vega en su litigio.

También se menciona en la demanda que:

Alguna vez el señor Vega presentó... abogados estadounidenses a [los narcotraficantes]. Tales abogados entonces serían contratados, luego asumirían la representación legal de los narcotraficantes y facilitarían acuerdos con un grupo, tanto de agentes de seguridad estadounidenses, como de fiscales, cuidadosamente seleccionados, con el fin de que los acuerdos resultaran provechosos para los narcotraficantes. Un fiscal en particular, del Distrito Sur de la Florida, se convirtió en el coordinador de este “esfuerzo para reclutar”.

Vega sostiene en su litigio que como parte de su ardid extorsionista, los agentes de la DEA y el FBI, inicialmente se encontrarían con los narcotraficantes colombianos en Panamá para presentarse, entrevistarse con ellos y, finalmente, resolver los detalles de los acuerdos propuestos para que reconocieran su culpabilidad.

“Hubo muchas reuniones de este tipo en Panamá durante un periodo de varios años”, aseguró Vega en la demanda. El plan/programa fue extremadamente exitoso… En conclusión, el señor Vega convenció y, exitosamente, reclutó cerca de 114 narcotraficantes colombianos para entrar en este plan / programa. Veinticinco de ellos se encontraban como fugitivos, mientras se negociaban los acuerdos.

“En sólo siete años, había 35 narcotraficantes colombianos que negociaron con Estados Unidos” [Puede encontrarse una lista de nombres al final de esta nota.]

El cuadro completo

Las impresionantes afirmaciones de Vega en su demanda, deben contrastarse con un contexto más grande de casos de corrupción que han sido llevados a la esfera pública en reportajes anteriores de Narco News sobre operaciones de las fuerzas de seguridad en Colombia.

El caso de la “Conexión Bogotá” (más artículos en inglés) fue revelado a través de una serie de documentos gubernamentales descubiertos por Narco News, entre los que se incluyen un documento interno del Departamento de Justicia de Estados Unidos, conocido como el “memorando de Kent”, el cual anticipó detallados alegatos sobre una conspiración criminal, que implicaba a agentes corruptos de Estados Unidos que operaban en asocio con narcotraficantes colombianos.

Vega estaba muy involucrado con algunas de las operaciones de las agencias de seguridad que se encontraban reverenciadas en el memorando de Kent. Tales operaciones, que se desarrollaron entre 1997 y el 2000, se mantuvieron en secreto, para atrapar narcotraficantes del tristemente célebre Cartel del Norte del Valle.

Vega asegura que los agentes corruptos de Estados Unidos, quienes forman parte del caso “Conexión Bogotá”, comprometieron seriamente su papel como informante del gobierno, y que, como resultado de eso, varios de sus informantes en el bajo mundo del narcotráfico colombiano fueron asesinados.

También sostiene que ha conocido estrechamente la presunta corrupción resumida en el memorando de Kent.

El fiscal del Departamento de Justicia, Thomas M. Kent, escribió el memorando a finales del 2004, con el fin de llamar la atención sobre casos serios de corrupción dentro de la Embajada de Estados Unidos en Colombia. En el memorando, Kent sostiene que agentes de la DEA en Bogotá ayudaron a narcotraficantes, se involucraron en operaciones de lavado de dinero, y conspiraron para asesinar informantes

La primera de las más importantes acusaciones del memorando de Kent, se centran en una operación encubierta de la DEA, llamada “Cali-Man” – que se llevó a cabo en Colombia en 1997 – donde se utilizó a Vega como informante. La operación fue dirigida por David Tinsley, un supervisor del equipo de la DEA en Miami.

Como parte de esta operación, Tinsley y los agentes que trabajaban bajo sus órdenes, descubrieron que agentes de la DEA en Bogotá aparentemente estaban prestando ayuda a narcotraficantes en Colombia.

Pero a finales de Enero del 2000, el director de la oficina de la DEA en Bogotá, Leo Arreguin, envió rápidamente un memorando a la oficina central de esa entidad. Los cargos señalados en ese documento ocasionaron que las operaciones de Tinsley fueran canceladas ese mismo año. Entre ellas se encontraba incluida “Cali-Man” y otra investigación llamada “Rainmaker”, la cual estaba empezando a enfocarse en la supuesta corrupción de la DEA en Bogotá.

El memorando de Arreguin, que fue enviado al director de operaciones internacionales de la DEA, cuestionó la integridad de Vega y su denominado “ardid extorsionista”.

Este documento provocó que la agencia investigara internamente a Tinsley y uno de los agentes que se encontraba bajo su mando (Lawrence Castillo), quien era el agente de contacto de Vega dentro de la DEA

Como resultado de esta investigación, Tisnley fue suspendido y, finalmente, despedido.

El memorando del director de la oficina de la DEA en Bogotá, también puso en marcha una investigación criminal más grande, enfocada en Vega, Tinsley y Castillo. La investigación fue emprendida por dos agentes novatos del FBI, inicialmente en coordinación con la Fiscalía de Miami. Los agentes, según las fuentes, pensaron que habían descubierto algo grande. Pero no tenían idea de que sus propia agencia estaba usando a Vega como informante, y que había autorizado el ardid extorsionista, sin que Tisnley y la operación encubierta “Cali-Man” estuvieran al tanto de eso.

Vega nunca fue procesado por llevar a cabo el ardid extorsionista. No obstante, en lugar de ello, fue declarado culpable por un delito menor relacionado con el no pago de los impuestos generados por los ingresos que consiguió a través del ardid (que, según él asegura, fue llevado a cabo con la aprobación y la coordinación del gobierno de los Estados Unidos). Por eso, fue condenado a cuatro meses de prisión.

Además, Tinsley y Castillo quedaron libres de sospechas frente a los cargos criminales, con respecto al ardid criminal utilizado por Vega. Asimismo, Tinsley, entabló una demanda por despido injustificado, ante un juez de la Junta de Protección de Sistemas de Méritos (MSPB), quien en Abril del 2004, falló a su favor y ordenó a la DEA que lo readmitiera, pagándole sus sueldos atrasados, más intereses.

Fuentes dijeron a Narco News que aquellos hechos demuestran que el ardid extorsionista fue permitido por el gobierno, algo que Vega también asegura ahora en su litigio.

El fallo del juez de la MSPB en el caso de Tinsley, incluye algunos detalles muy específicos sobre las actividades de Vega, quien en su vida alterna trabajaba como un famoso fotógrafo de modelos. Aquellos detalles confirman que la DEA y el FBI, al igual que la CIA, estaban utilizando a Vega en operaciones para atrapar a narcotraficantes en Colombia.

Según el fallo del juez de MSPB:

… El apelante [Tinsley] testificó que, a petición del FBI, quería lo más mínimo de evidencia procedente de Vega. Tanto la DEA como el FBI usaron a Vega como una fuente confidencial. El FBI especificó que Vega no daría ningún testimonio. Lo que quiere decir que nunca testificaría en juicios contra criminales. Contaba con ese status debido a que era calificado como un Informante Confidencial al Servicio de la Contrainteligencia Extranjera (FCI-CI, según sus siglas en inglés), que había sido contratado por la CIA. Según el apelante [Tinsley] : “yo estoy haciendo que mis agentes lo excluyan (a Vega) de los documentos tanto como puedan. No quiero que nada en relación con él sea documentado. No lo quiero en nuestro archivo de caso, más de lo que sea necesario”.

Los viajes a Panamá señalados aquí, se llevaron a cabo con el fin de reclutar fuentes confidenciales. El plan consistía en que el Señor Vega presentara a SA Castillo [un agente de la DEA que trabajaba bajo órdenes de Tinsley] con narcotraficantes, y que luego saliera del sitio de encuentro, para que no pudiera testificar, en caso de que hubiera tenido lugar alguna conversación. Por esa razón,fue que el apelante concluyó que se necesitaban pocos informes, con formatos DEA-6s, acerca de Vega, debido a que él no podía testificar y a que, además, sus actividades no aportaban pistas a la investigación. Y, como se indicó anteriormente,por lo menos un informe DEA-6 clasificado, se preparó y se guardó bajo llave en la caja de seguridad del Agente Especial Encargado [SAC, según sus siglas en inglés] en Miami, con el fin de proteger la información que se encontraba allí.

El encubrimiento

Luego de que Narco News diera a conocer el memorando de Kent en un reportaje publicado el 9 de enero del 2006, la DEA reaccionó, describiendo las acusaciones de corrupción – que aparecen en ese documento – como “extremadamente serias”.

No obstante, unos nueve días después, y luego de que Semana, una revista semanal muy popular en Colombia, publicara un reportaje sobre el memorando de Kent, la DEA emitió otra declaración pública, calificando las acusaciones como “sin fundamento”.

Los medios comerciales de Estados Unidos han guardado silencio sobre el memorando de Kent y la “Conexión Bogotá”, desde ese momento.

Pero Vega ahora parece estar obligando, tanto al gobierno como a los medios obedientes, a afrontar el caso “Conexión Bogotá”, a través del sistema jurídico estadounidense.

Según la demanda de Vega:

Los beneficios económicos (y no económicos) para Estados Unidos de someter a la justicia a todos los colombianos que se encuentran bajo investigación, es alucinante. Estados Unidos dictó más que cien condenas federales de narcotráfico. Mucha de la colaboración de los colombianos resultó, en otras investigaciones, como algo parecido a un “efecto dominó”. En diferente medida, entregaron dinero, propiedades, joyería y obras de arte con un valor total que oscilaba entre los 250 y los 500 millones de dólares.

...Por lo tanto, el Señor Vega pidió 250,000 dólares como pago por cada uno de los 114 casos que consiguió para Estados Unidos y por lo tanto, reunió una suma total de 28,500,000 de dólares.

Esto es mucho dinero en juego para el gobierno estadounidense. Dinero que, en realidad pertenece a los contribuyentes y que es acumulado a través de la denominada guerra contra las drogas.

Los abogados del gobierno de Estados Unidos siempre pueden optar pòr enfrentarse en una corte con Vega y probar que sus acusaciones son “infundadas”.

No obstante, para meterse en un batalla legal con Vega, el gobierno de Estados Unidos también asume el riesgo de que sus acusaciones “extremadamente serias” sean verdaderas, y de que aún más del caso “Conexión Bogotá” sea expuesto a la luz pública.

El gobierno tiene hasta el 23 de noviembre para presentar una respuesta a la demanda de Vega.

Este último, por su parte, parece estar muy dispuesto a jugar a la ruleta con el gobierno de Estados Unidos. Como le dijo a Narco News anteriormente: “Todo esto es una rueda… al final mi lado estará arriba”

Ah, y aquí está la lista prometida, presentada tal y como se mostraba en la demanda de Vega, que puede encontrarse en este link:

Lista de narcotraficantes que se entregaron y se desempeñaron como informantes reclutados entre 1997 y el 2000

FBI

1. Arturo Piza
2. Oscar Grisales
3. Julio Fierro
4. John Castro (Jimmy Aloja “Mijares”)
5. Jairo
6. Luz Stella Ossa
7. Armando Ballestas

DEA

1. Hernán Arboleda
2. Gustavo Gallego
3. Nelly Gallego
4. El abogado Enrique Mancera
5. José Guillermo Gallón
6. Pedro Gallón
7. Nicolás Bergonzoli
8. Orlando Sánchez Christancho
9. Milton Perlaza alias “Javier Valencia” o “Pele” — informando sobre Jorge Eliécer Asprilla Perea
10. Carlos Ramón Zapata
11. Oscar Campuzano
12. Gustavo Usuga
13. Juan Gabriel Usuga
14. Bernardo Sánchez Norena
15. Maria Elena Londoño, informando sobre Héctor Mario Londoño Vásquez, alias “Negro Yuca”
16. Jorge Orrego, informando sobre Yvonne Maria Scaff de Saldarriaga
17. Las hermanas Tascon, informando sobre Alfredo Tascon-Aguirre
18. La esposa de Bernal, informando sobre Alejandro Bernal Madrigal, alias “Juvenal”
19. El abogado Roberto Uribe

Seguiremos informando…

Publicó en el 24 de septiembre en inglés

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