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El medio corporativo más grande de México detrás del plan para censurar la cobertura de la guerra contra las drogas

La campaña Iniciativa México regresa para distorsionar y limpiar los reportajes periodísticos


Por Erin Rosa
Especial para The Narco News Bulletin

28 de marzo 2011

La semana pasada, las compañias mexicanas de medios de comunicación cocinaron un acuerdo para regular la forma en que los periodistas reportarán la guerra contra las drogas, proponiendo métodos para restringir tanto las imágenes como las palabras en los noticieros. Detrás de este acuerdo se encuentra la Iniciativa México, una masiva campaña de relaciones públicas que ha sido acusada de utilizar a los medios para tratar de acabar con la insatisfacción y rebelión pública.

En 2010, Televisa, la corporación de medios más grande del país, creó la Iniciativa México previo a las celebraciones del bicentenario. Aliándose con su principal rival, TV Azteca y decenas de radiodifusoras, periódicos, y empresas, la iniciativa se convirtió en un consorcio de los controladores de información más ricos y poderosos. Combinaron sus recursos para lanzar un bombardeo de anuncios en la TV, radio y espectaculares, alentando a que los mexicanos “enterraran sus complejos” y “evolucionaran.” Luego de desaparecer con el fin de las festividades bicentenarias, la Iniciativa México ha regresado con un acuerdo, que algunos legisladores proponen como nueva ley.


Cartón de El Fisgón en La Jornada.

El jueves, los impulsores de la iniciativa celebraron una conferencia de prensa en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México para desplegar el acuerdo de diez puntos de la Iniciativa México 2011 sobre la cobertura de los medios en la guerra. “La Iniciativa México no puede ignorar la violencia que diariamente nos acompaña a los mexicanos en todos los ámbitos de nuestra vida”, dijo Sergio Sarmiento, columnista y presentador en la conferencia, al presentar el acuerdo. “México vive una situación sin precedentes por los niveles y las formas que ha adoptado la violencia que proviene de la delincuencia organizada. Esta situación ha puesto a prueba la capacidad del Estado para combatir a los grupos que han hecho del terror su modo de operar.”

El acuerdo de la Iniciativa México pide la creación de mecanismos para regular las imágenes y fotografías que muestran “actos de violencia”, incluyendo dónde, cómo, y cuántas veces son publicadas. Los periodistas deben “evitar el lenguaje y la terminología empleados por los delincuentes”, y nunca mostrar a los criminales o supuestos criminales como “víctimas” o “héroes.” Con el fin de proteger a los periodistas en zonas peligrosas, la iniciativa recomienda que los reporteros no reporten en vivo desde las “zonas más violentas.” Los reportajes que puedan poner en peligro a operaciones policiacas o militares en contra del crimen organizado no deben ser difundidos. El acuerdo no revela exactamente quien decidirá que es violento, qué constituye la terminología criminal, y qué tipo de contenido puede considerarse como una amenaza a la seguridad nacional.

El presidente Felipe Calderón, el jefe de Estado conservador que le declaró la guerra a los grupos narcotraficantes cuando inició su mandato en 2006, publicó su apoyo al acuerdo en un comunicado de prensa. Los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) de Calderón aplaudieron el acuerdo, mientras sus rivales del Partido Revolucionario Institucional en el Senado dijeron que trabajarían para hacer que el acuerdo se apruebe como ley para que todos los medios de comunicación sean obligados a adherirse. En los Estados Unidos no hubo mención de la participación de la Iniciativa México en el acuerdo. El representante mexicano de la organización no lucrativa Comité para la Protección de Periodistas elogió el acuerdo como “un avance nacional que puede establecer las normas profesionales en el futuro.”

Hubo medios de comunicación que se negaron a firmar el acuerdo debido a la preocupación por la censura, incluyendo a La Jornada, un principal diario de izquierda con base en la Ciudad de México; Proceso, una revista que ha criticado la guerra de Calderón; y Reforma, diario en la Ciudad de México que por lo general publica información favorable al PAN. A pesar de los disidentes, los analistas de la industria estiman que la Iniciativa México representa el 90 por ciento de la industria mediática en México. El texto del acuerdo muestra que Televisa y sus socios están decididos a apoyar las políticas del gobierno, incluso si la violencia por la guerr continúa creciendo.

Negando la realidad de la vida cotidiana

El acuerdo de Televisa comienza señalando que las “libertades fundamentales” como la “posibilidad de expresarse libremente” y la “libertad de prensa” están siendo amenazadas por el crimen organizado. El documento luego pasa a alentar a los firmantes a llegar a un estricto criterio para censurar los noticieros y las imágenes, con el fin de producir reportajes que “promuevan el respeto a la legalidad.”

De acuerdo con la lógica de los miembros de la Iniciativa México, debido a que la violencia de la narcotraficantes pone en riesgo las vidas de los periodistas y es utilizada para manipular a los medios, la estrategia debe ser diseñada para controlar lo que es transmitido como noticia. “Recientemente se ha iniciado un intercambio de puntos de vista entre varios medios para compartir experiencias en este tema”, dice el acuerdo. Mientras el documento brevemente afirma que la prensa tiene el derecho a criticar las políticas del gobierno, también afirma que el gobierno está obligado a luchar contra los grupos narcotraficantes, lo que es una obligación que “no puede ni debe estar sujeta a compromisos o negociaciones.”

Mientra las acciones de fuerza policial están determinadas a estar “en la legalidad”, entonces está claro que cualquier violencia que ocurra es “producto de un grupo criminal.” El término “en la legalidad” es particularmente confuso considerando la larga lista de denuncias por abusos a los derechos humanos en contra de fuerzas militares y policiales, y a la incapacidad del gobierno de llevar a los perpetradores de tales crímenes ante la justicia. Justo antes de que Televisa anunciara el acuerdo, la Suprema Corte de Justicia declaró ante las Naciones Unidas que la Comisión Nacional de Derechos Humanos carecía de los “dientes legales” para hacer su trabajo.

Otra regla en el acuerdo obliga a los medios de comunicación a suponer que los policías sospechosos son inocentes hasta que sean condenados o confiesen. En México existen innumerables casos de policías torturando gente para sacar una confesión. Hay muchas ejemplos de funcionarios adulterando evidencias para acusar a chivos expiatorios. Todo esto, junto con la realidad de la guerra contra las drogas—sobornos a funcionarios judiciales, policiales y militares trabajando para grupos narcotraficantes—significa que ser acusado de un crimen y confesarlo son malos indicadores de la culpabilidad de un individuo.

Los medios de comunicación que se adhieren al acuerdo se encargarán de averiguar la manera que los reporteros sigan las reglas. El acuerdo también menciona la creación de un “órgano ciudadano” que observará y hará juicios sobre los reportajes para confirmar que el acuerdo sea respetado. No queda claro quién será miembro del comité o cómo se elegirá a sus miembros. El acuerdo señala que más información sobre el órgano estará disponible en los próximos treinta días.

Para acercar al público, Televisa diseñó una página en el sitio de la Iniciativa México en donde la gente pueda añadir su nombre en una petición en línea a favor del acuerdo. (Hasta ahora supuestamente la han firmado 2,487 usuarios.) La guerra contra las drogas se está librando, de acuerdo con el documento, sabiendo “de que sólo en el marco de este Estado es posible la vida democrática y el goce lleno de las libertades fundamentales que consagra nuestra Constitución.”

Problemas de transparencia y críticas marcan la campaña de Televisa

Antes de que se revelara que la Iniciativa México era una idea de Televisa, aquellos que integraban el proyecto y las finanzas detras de él no eran públicos. Cuando la campaña fue llevada por primera vez a las ondas radiales en 2010, su sitio no incluía dirección o número telefónico. Fue sólo hasta buscar quien había registrado el dominio del sitio que Narco News pudo determinar que Televisa había creado el sitio. “Tenemos un consejo consultivo conformado por los 40 medios más importantes del país y cada medio está aportando recursos, está abriendo tiempos y espacios en sus plataformas. En realidad no ha sido un gasto,” dijo la directora de la Iniciativa México, Tania Esparza Oteo, en una entrevista exclusiva.


Los magnates de medios se reunieron en junio de 2010 para anunciar la creación de la Iniciativa México.
Foto: CNN México
Para entonces, México conmemoraba su bicentenario, celebrando tanto la independencia de España de 1810 como los 100 años de la revolución de 1910. Durante las celebraciones, la Iniciativa México comenzó a difundir anuncios casi cada quince minutos en cada canal de televisión (incluyendo en cable) y cada estación de radio del país. “Habrá que enterrar al México de los complejos y alumbrar al México de los hombres y mujeres seguros de sí mismos”, decía a la audiencia en un anuncio el entonces entrenador de la selección mexicana de fútbol, Javier Aguirre. En otro, la actriz Salma Hayek sermoneaba que, “Una mejor nación está hecha de mejores individuos. Es hora de romper nuestras inercias y evolucionar.” Ambos anuncios avivaron las críticas del público, especialmente por el hecho que ambas celebridades eran mexicanos que no viven en México.

Además de tratar de influir en la opinión pública, la Iniciativa México patrocina un programa de televisión parecido a “American Idol” que le ofrece publicidad a mexicanos que tienen ideas para “hacer del país un lugar más seguro.” A los espectadores se les insta a hacer propuestas en cinco categorías diferentes, y al final de la temporada se elige un ganador. Este año el programa regresa. Televisa, el cerebro detrás del programa, es propiedad de Grupo Televisa, el segundo medio corporativo más grande de América Latina.

Con el nuevo acuerdo sobre la cobertura mediática, la Iniciativa México y Televisa han pasado de tratar de manipular en forma activa a la opinión pública a la censura de la realidad de la violencia de la guerra contra las drogas al ojo público. Es verdad que en México la violencia está aumentando. Desde que Calderón le declarara la guerra a narcotráfico, 34 mil personas han muerto, siendo el 2010 el año más mortífero. Desde que Calderón pusiera a los militares y federales a patrullar las ciudades, las quejas por extorsión y corrupción han crecido. El intento de la Iniciativa México de negar estas realidades no hará al país “más seguro” o un “mejor lugar.” La violencia y la inseguridad—junto con la indignación de la gente—no se irán solo por pretender que no existen.

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