English | Español | August 15, 2018 | Issue #41 | |||
El estudiante Alexis Benhumea fallece en un hospital de la ciudad a más de un mes de la represión en AtencoLlega al funeral una multitud para despedirse con el joven disparado con un proyectil de gasPor Juan Trujillo
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Foto: D.R. 2006 Ernesto Muñiz |
Este acontecimiento al cual Ángel, padre de Alexis, califica de “asesinato de Estado”, se inserta al escenario político mexicano después de que la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el subcomandante Marcos, tuviera una estelar participación la noche del lunes, con “casa llena” en un foro de discusión y de lectura de poemas con intelectuales sobre el dramaturgo Bertol Brecht -con el tema literario al parecer como único centro del evento, a unas cuadras de distancia de donde hoy se vela al cuerpo de Alexis-, y por otra parte, el “debate” televisivo de los cinco candidatos a la presidencia de la República la noche de ayer, esto último más bien repleto de monólogos.
Alexis había recibido el mortal impacto de un proyectil de gas lacrimógeno -documentado por Narco News-, en el parietal izquierdo del cráneo, durante la mañana del 4 de mayo en San Salvador Atenco al momento que las fuerzas policiacas federales, estatales y municipales hicieron su segunda incursión represiva por la calle Fresno y principal del poblado.
Desde las 16 horas y durante el transcurso de esta fresca tarde, en la funeraria Los Ángeles de la colonia Roma de esta ciudad capital los familiares, amigos, compañeros de lucha, miembros de ONG de derechos humanos y medios de comunicación comerciales y alternativos se dieron cita para velar el cuerpo de Alexis. La historia de la resistencia de este estudiante es narrada, pausadamente por Ángel, al tiempo que es abordado, intermitentemente, por decenas de personas solidarias. Con semblante firme como la de un fuerte roble, como en pasadas entrevistas, mirada penetrante y sonrisa humilde, el padre relata que la complicación de la salud de su hijo a raíz de la muerte cerebral -diagnosticada y confirmada por este medio el pasado domingo 28 de mayo-, fue en detrimento irreversiblemente, pues “ya los órganos del cuerpo no respondían igual y el corazón dejó de latir”.
A un poco más de un mes de constante angustia para la familia Benhumea, el tiempo parece haberse convertido en años de duración. Hace unos días, según cuenta Ángel, el hospital Zaragoza del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) presionó a la familia para que trasladaran a Alexis de “terapia intensiva” a un cuarto en sus instalaciones; sin embargo, los Benhumea resistieron y lograron mantenerlo en “terapia intermedia” y su posterior traslado al hospital López Mateos.
Mientras llegan decenas de arreglos florales que son colocados junto a los de la Otra campaña y al del EZLN, Ángel comenta a este periodista, que la estrategia para la demanda penal contra este crimen se va a basar en señalar a los culpables de la muerte de Alexis: “El Estado mexicano y sus representantes; el presidente (Vicente Fox) y el gobernador del estado de México (Enrique Peña Nieto) ya que los policías fueron el instrumento”, para ejecutar el operativo militar.
Foto: D.R. 2006 Ernesto Muñiz |
19:30 horas. Mientras unas 150 personas se concentraban a las afueras del velatorio y hacía su arribo solidario Jorge Salinas, activista telefonista brutalmente reprimido por la policía en Atenco, Ángel con fortaleza y como si no hubiera sentimiento que lo quiebre enfatiza que lo importante en esta lucha es “una nueva forma de hacer política, -pues es necesario- un movimiento antifascista con muchas fuerzas está por construirse”. Sobre la responsabilidad de los jóvenes, agregó: “Estoy sorprendido por la llegada de tanta gente (al velorio), la gente está muy indignada, los jóvenes se ven reflejados en mi hijo”.
La pasarela del dolor, las miradas conmovidas y las lágrimas son largas y seguirán hasta altas horas de la noche. Llegan mujeres, hombres, niños, ancianos: familiares, pobladores de Toluca y el estado de México, profesores y estudiantes de la Facultad de Economía quienes sostuvieron que “Quien no ama la vida, no muere por la vida, por su parte algunos compañeros del Movimiento Internacionalista del que Alexis era parte afirmaron que “Alexis no ha muerto, está en nuestros corazones (...) Su muerte será vengada”
La persona visiblemente más afectada por el deseoso de Alexis es definitivamente su tierna madre. La mirada y tacto de esta delicada mujer al contacto con este periodista hablan por sí solas: dolor, nostalgia, injusticia. El mensaje de su madre Chela, es determinante para los jóvenes: “Cuídense mucho, los jóvenes que están luchando, cuídense de este gobierno”, y en seguida reconoce que “el propio Ollin (Alexis) está muy contento del apoyo que tiene aquí”.
Para muchos, el Delegado Zero debió de haber llegado a este velorio, no obstante según información extraoficial a las 21:00 horas, el sucomandante Marcos habría enviado un mensaje diciendo que se encontraba “en duelo de palabra” por lo tanto guardado silencio, esta es una tradición indígena cuando se da la desafortunada pérdida de un ser querido o en este caso, compañero de lucha. Hasta las casi 21:45 no había noticias de su visita.
21:45 horas. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco hizo su arribo al velorio. Entre consignas llenas de energía, los ejidatarios con machete en mano y por conducto de su representante Ortencia expresaron que: “El pueblo de Atenco tiene una herida que se engrandeció con la muerte de Alexis. Alexis no murió, el gobierno lo mató”. Después de entregar a la familia Benhumea un machete como regalo simbólico, hicieron también la invitación para que el cuerpo de Alexis descanse en el panteón de Atenco. El entierro estaba originalmente programado para el día de mañana jueves a las 13:00 horas en el panteón de la colonia San Jerónimo, no obstante, hasta este momento mientras la gente solidaria sigue llegando, la familia valoraba todavía la iniciativa del FPDT.
Hoy el tiempo y la palabra se han detenido por momentos. Pero la fuerte convicción de las voces y gritos de solidaridad rompen el silencio ensordecedor para exigir justicia y libertad. Esta pérdida de un adherente a la Sexta Declaración y de la Otra Campaña podría significar el fin de una vida, pero también el principio de algo más que quizá, está por venir.
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