English | Español | August 16, 2018 | Issue #46 | ||
La bodega “especial” para los revoltosos: crónica de una detención“Yo nunca hubiera pensado ver algo como lo que vi; un chico con una camiseta amarrada a la cabeza, en el piso. Y le tome una foto; me levanté y dos policías me tenían ya sujetada”Por Tatiana Romero
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Después tuve que dar todos mis datos: nombre, edad, lugar de nacimiento, lugar de residencia, fecha de la llegada a la Union Europea y se me intentó una vez más explicar cuáles eran los motivos de mi detención, para lo que una vez más exigí un traductor, además de las dos llamadas a las que tengo derecho, incluyendo el tener un abogado; las tres cosas me fueron negadas.
Sin más preámbulos me llevaron a la celda número 2, a las 7:30 pm ahí dentro yo era la única mujer, (separan a los hombres y las mujeres) poco a poco fueron llegando más y para la 1 am ya eramos cinco.
Yo fui detenida cuando las tanquetas con agua y acido empezaron a entrar al sitio en el que se llevó a cabo la manifestación; de pronto estabamos rodeados por cientos sino es que miles de efectivos de la policía, que avanzavan hacia nosotros; los manifestantes hicieron una balla de defensa para evitar el avance de ésta, con consignas como ¡nosotros somos pacíficos, ¿qué son ustedes?! La policía comenzó a avanzar y agarrar gente al azar; cada persona que caia en manos policiales era fuertemente golpeada, sin embargo yo nunca hubiera pensado ver algo como lo que en ese momento vi; un chico con una camiseta amarrada a la cabeza, en el piso y sujetado por cuatro o mas policias, empece a gritar Was soll das sein? Y le tome una foto; sin embargo al momento de levantarme, sin darme cuenta, dos policias me tenian ya sujetada por los brazos.
Yo me negue a caminar alegando que nada habia hecho, entonces fui arrojada contra el piso y los policias empezaron a goleparme, a lado mio habia un chico que tambien estaban golpeando y me sujetó fuertemente del brazo para que no nos llevaran, entonces fue cuando alrededor de cinco o mas policias nos separaron y me cargaron para que caminara.
En algun momento mi blusa se subio hasta mi cuello y yo estaba caminando medio desnuda porque los policias no me permitian bajarme la blusa.
Media hora de camino y habia llegado a la bodega, el infierno de siete horas en una celda alemana apenas empezaba.